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Cosas buenas que parecen (muy) malas



“Vil venganza”. El caso del fideicomiso “Por los demás”, arruinó los días de descanso y reflexión del candidato ganador de la elección presidencial allá en su finca de Chiapas. AMLO dejó atrás el modo terrón de azúcar, con el que venía actuando, y activó el de peleador callejero, que le es natural. Hizo un entripado de pronóstico reservado.

Y es que el INE, el mismo instituto que acaba de reconocer su aplastante victoria, resolvió poner una megamulta de 197 millones de pesos al partido que será hegemónico en ambas cámaras del Congreso de la Unión a partir del primero de septiembre. El candidato ganador dijo que se trata de una “vil venganza” que busca enlodar una acción humanitaria.

No dijo por qué el INE se quiere vengar de él. Su posicionamiento planteó la necesidad de que los manejos del fideicomiso queden al descubierto. Que se conozca la ruta del dinero, desde la identidad de los aportantes de recursos hasta el nombre y apellido de los supuestos damnificados beneficiados. Si consiguen hacerlo, el Fideicomiso seguirá siendo un desastre, pues violó todos los reglamentos, pero podrán decir que fue una cosa buena que parece mala. Una torpeza, no una ratería.

Los de Morena sostienen que el dinero sí habría llegado a los damnificados, aunque a través de caminos tortuosos. López Obrador dijo que llevarán su caso a los tribunales. Eso es lo mejor, pues al análisis del INE se añadiría una valoración del Tribunal. El objetivo es que no quede duda de que no se trata de una malversación, sino de una acción humanitaria mal diseñada.

Ciro. En un artículo periodístico, el consejero Ciro Murayama explicó con detalle las razones de la megamulta. Escribió Murayama: Tras el sismo del 19 de septiembre, diversos partidos políticos ofrecieron destinar parte de sus prerrogativas a los damnificados. El INE comunicó a éstos que no era legal que ellos entregaran directamente los recursos y se les señaló que el mecanismo idóneo consistía en la devolución del financiamiento a la Tesorería de la Federación. Los partidos políticos no son parte de la beneficencia, buscan el poder político, por lo que llevar dinero o cualquier material a la gente se considera en la ley una dádiva, lo que está expresamente prohibido.

En el análisis de “Por los demás”, apunta el consejero, la autoridad sí detectó fuertes irregularidades. Para empezar, es claro que el fideicomiso no nació entre particulares ajenos a Morena, sino que se trató de una iniciativa de su dirigencia ratificada por el máximo órgano colegiado de decisión, su Consejo Nacional. Además, cuatro de las seis personas integrantes del Comité Técnico del fideicomiso corresponden a los nombres anunciados por el líder del partido y todos guardan estrechos vínculos con Morena, pues han tenido acceso a cargos de elección popular postulados por el partido o forman parte de sus órganos de dirección. El fideicomiso es creación directa del partido y operado por sus dirigentes, no hay duda de ello.

En lo que toca a la operación del fideicomiso, entre el 26 de septiembre de 2017 y el 31 de mayo de 2018 ingresaron 78.8 millones de pesos, de los cuales 44.4 millones, 56 por ciento de los recursos, fueron atípicos depósitos en efectivo, lo cual estaba incluso prohibido desde la celebración del contrato del fideicomiso, por lo que esos recursos debían haber sido rechazados. En vez de ello, el Comité Técnico asignó esas cifras entre los fideicomitentes, es decir, hicieron suyo ese dinero de origen desconocido y dispusieron de él.

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@soycamachojuan

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