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Riviera Maya Jazz



Noche fresca después de un día de calor intenso en Playa del Carmen. La vida es buena, me dije. Lo pensé en uno de esos momentos en lo que todo está en su lugar. Estaba sentado frente a una cerveza fría, picoteando papas a la francesa. Mis dedos tamborileaban sobre la mesa siguiendo el ritmo de una banda conformada por músicos de jazz de grandes ligas. A mi lado, una colega periodista trataba de domar sus rizos alebrestados por la brisa marina de Playa Mamitas. Se dio por vencida y los dejó ser, me refiero a sus rizos. Se veía linda. Fue entonces que me dije: la vida es buena. Lo pensé porque fue un momento perfecto, de los muchos que se generan durante del Festival de Jazz de la Riviera Maya, que este año, en su edición XV, con una alineación de ensueño, se llevará a cabo del 30 de noviembre al 2 de diciembre, allá en su escenario tradicional de Playa Mamitas.

El Festival es el evento insignia del Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya-Cozumel. Lo es porque es un evento propio, de casa, que empezó como una plática en la oficina y que se convirtió, con el paso del tiempo, en un festival importante del circuito internacional de jazz, al que asisten músicos de élite. Es gratuito, de manera que la gente que vive en Playa del Carmen y los visitantes sólo tienen que llegar temprano a Playa Mamitas para elegir el mejor lugar y disponerse a disfrutar.

Generar una atmósfera de la que pueden brotar momentos perfectos no es una tarea sencilla. Hay que sudar la camiseta durante meses, remontar adversidades, solucionar imprevistos e incluso orar porque todo salga bien. El comité organizador está encabezado por el ingeniero Darío Flota, que durante años estuvo acompañado, en el puente de mando, por Fernando Toussaint, quien desde el principio fue productor musical del evento y que falleció en febrero de este año. La edición XV del Festival será de muchas formas un homenaje a Fernando, acaso por eso Darío está poniendo toda la carne en el asador.

No fui amigo de Fernando Toussaint, aunque lo conocí desde la adolescencia porque teníamos amigos comunes allá en la colonia Del Valle. Recuerdo que cursó la secundaria en la Mexicana Americana. Como todos saben fue parte de una familia de músicos notables, entre ellos sus hermanos Eugenio y Cecilia. Eugenio, pianista, murió en el 2011, de modo que tocará a Cecilia encabezar el homenaje que se le rendirá a Fernando, baterista, en la primera jornada del Festival que promete ser emotiva, vital y apasionada, como fue el propio Fernando.

El Festival de Jazz es relevante para la promoción de la Riviera Maya porque su diseño incluye la presencia de un nutrido contingente de prensa especializada, nacional e internacional. Esto genera una enorme cantidad de notas periodísticas que circulan, literalmente, por todo el mundo. Son miles de notas por cada edición del Festival cuyo monto en dólares, euros o pesos es muy complicado de calcular. El esfuerzo vale la pena.

Complace saber que el nuevo gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín, conocedor profundo del quehacer turístico, le ha brindado su apoyo total al evento. Carlos Joaquín sabe, lo saben muchos en la industria, que la buena racha del turismo en el país da muestras de debilidad. Más nos vale asumirlo a tiempo y redoblar esfuerzos. Es una paradoja, pero en la industria del ocio no hay pausas para el descanso.


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@soycamachojuan

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