Jueves 05 de Diciembre, 2024 - México / España
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Ciudadanos vs. Guerreros Unidos



Convoco por la presente a los normalistas de Ayotzinapa, a los maestros de la Coordinadora y a sus compas del EPR a juntar tambos de gasolina, preparar muchas bombas Molotov y quemar todas las narco tienditas de Chilpancingo, Iguala y Acapulco. Que no quede en pie ni una. Algunas las controlan los Guerreros Unidos, otras Los Rojos y las demás alguna otra banda criminal de nombre rimbombante. Los aliento a robar camiones para ir de pueblo en pueblo repartiendo volantes pidiendo a la gente que se abstenga, a partir de hoy mismo, de comprar cualquier producto que los venden los narcos de la región. Ni mota, ni cocaína, ni pastillas psicotrópicas, ni siquiera solventes.

Que aprovechen para marcar con una gran cruz negra, como si fueran anarcos, las casas de seguridad de las pandillas que operan en la entidad. Hacerlo supondría una acción efectiva para neutralizar a los asesinos de sus compañeros, a los que han enlutado a docenas de hogares. Sin lugares para vender, sin casas para esconderse y sin dinero producto de la venta de drogas, seguro que quedarán al descubierto listos para que las fuerzas federales los atrapen o los liquiden.  La indignación por los hechos de la fatídica noche del 26 de septiembre podría encausarse para evitar que algo así vuelva a suceder, pues los culpables recibirían un golpe contundente en donde más les duele: sus ingresos.

¿Por qué en lugar de emprender acciones en contra de los Guerreros Unidos los normalistas bloquean aeropuertos? Que alguien les recuerde quién se manchó las manos con la sangre de sus compañeros. No fueron los turistas que quieren gastar sus ahorros en los destinos turísticos de la entidad. Fueron los Guerreros Unidos, ¿por qué no van tras ellos? No lo hacen porque están en el negocio de la insurrección no en el de la justicia. Lo que buscan es presionar todo lo que puedan para vender caro su regreso a la escuela. Así lo han hecho desde hace décadas.

Consumidores. Los ciudadanos tienen a su alcance un arma poderosa para vencer a las bandas de narco traficantes. Es tan obvio que alarma que no lo vean. Lo que pueden hacer los ciudadanos es dejar de inmediato de comprarles droga. Los normalistas, donde hayan planteles, deben encabezar la cruzada en Guerrero, Michoacán y Oaxaca. El dinero de los compradores de droga empodera a los cárteles. Gracias a los ciudadanos que les compran droga para pasar un buen rato, los narcos enlutan a miles de hogares mexicanos. Con ese dinero que se les entrega en la mano  y casi dando las gracias, la mafia compra armas de alto calibre, corrompe a los policías, y les permite imponer su ley en diversas localidades. De manera que los consumidores, no sólo los adictos, todos los que consumen en bares, parques, cafés, hoteles, azoteas, salones de clase, camellones, todos, son parte medular del problema de seguridad y pueden por lo tanto ser parte de la solución. Lo anterior no se dice con frecuencia porque es políticamente incorrecto. Nadie quiere meter a los ciudadanos, mucho menos ahora que la ola de legalización de las drogas crece, pero mientras siga siendo ilegal comprarlas es parte de un circuito criminal que nos tiene fritos. Los ciudadanos pueden derrotar a los narcos. Lo único que tienen que hacer es no comprarles lo que venden.

Redes. La obsesión por el ajuste de cuentas político ofusca por igual a tuiteros y analistas. Hoy día cualquiera exige la renuncia del presidente y lanza obscenidades sin fin en contra de su familia. Mala entraña.

@juan_asai

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