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La invasión de los Baby Boomers



Turismo.- El frío polar, los cambios en el marco legal sobre adquisición de inmuebles y la  paulatina pero sostenida recuperación de la economía de Estados Unidos y Canadá son  factores que empujan al alza la llegada a México de visitantes que se denominan Baby  Boomers, que son personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial. De 1946 hasta, digamos, 1960. Personas retiradas o que están cerca de hacerlo que han escogido a México como lugar para pasar unas vacaciones indefinidas, para una segunda residencia, o para radicar aquí el resto de sus vidas. Se  trata de un grupo humano en crecimiento exponencial. Se trata de hombres  y mujeres con ingresos superiores a los 50 mil dólares anuales, con posibilidades de gastarlos en países donde  puedan pasar su vejez disfrutando al máximo de un  buen clima, atenciones cordiales, servicios sanitarios y  buen nivel de vida a cambio de sus dólares.

México, por ser un país vecino que goza de buen clima casi todo el año, es la primera opción para muchos de ellos. Ya son motor del crecimiento del sector inmobiliario en diversos estados del país, como  Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco y Quintana  Roo. Hay que apurar los preparativos para recibirlos, sobre todo en el sector de  turismo de salud y casas de retiro. El debate sobre los Baby  Boomers volvió a la palestra como resultado de la más reciente ola de frío polar en Estados Unidos y Canadá. Los expertos señalan que en el futuro las padeceremos con mayor frecuencia y millones de habitantes de esas zonas, retirados y con dinero suficiente están pensando mudarse y vivir tres o cuatro meses del año en un lugar con un clima más amigable, como el de México.

A eso, a las inclemencias del tiempo, se añade el cambio reciente al marco legal de México que abrió la posibilidad de que extranjeros compren inmuebles en las playas mexicanas y también en la zona fronteriza, lo que sin duda dará lugar a un incremento sostenido de la demanda de viviendas y servicios en esas zonas. Gracias al poder adquisitivo del dólar, vivir en una zona de playa mexicana es una fantasía a la que   miles de personas, acaso cientos de miles pueden ahora tener acceso y que supone un cambio radical de movilidad humana. ¿Cómo puede un retirado conservar el nivel de vida al que está  acostumbrado? Pues viviendo en un país donde sus dólares valgan más.

Desde luego que para estancias largas a ellos no les conviene el modelo de “Todo Incluido”, diseñado para vacaciones de una o dos semanas. Los Baby  Boomers se quedan meses. Por eso rentan habitaciones o departamentos, rentan autos, pagan servicios médicos y comen en restaurantes fuera de los hoteles, animando la vida económica de localidades como Tequila y Chapala en Jalisco; San Miguel de Allende y Atotonilco en Guanajuato; Los Cabos y La Paz en  Baja California Sur o La  Riviera Maya. Morelia también es atractiva, pero la crisis de seguridad en Michoacán paró en seco el crecimiento de ese segmento.

No es sencillo conseguir datos recientes y confiables, pero se habla de que actualmente ya radican en nuestro país un  millón de Baby Boomers.

Empresarios visionarios ya comenzaron la construcción, en  lugares como San Miguel de Allende, de unidades habitacionales diseñadas para retirados norteamericanos de altos ingresos.  Son casas solas en condominio, a la manera de un barrio norteamericano de un estado del medio oeste, con todas las comodidades. La idea es formar verdaderas comunidades retirados. Ya hay muchos Baby Boomers en México. Vienen  más.

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Twitter: @juan_asai

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