Martes 23 de Abril, 2024 - México / España
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INAH: Hay complicidad de comunidades con saqueadores de piezas arqueológicas


La complicidad de algunas comunidades con saqueadores, “por necesidad”, y el descontrol en torno a zonas con vestigios arqueológicos han derivado en el pillaje de bienes patrimoniales del país, como los recién subastados por la empresa Millon, en Francia, aseguró en entrevista con Crónica Diego Prieto, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

“Sólo tenemos en el INAH alrededor de 500 arqueólogos para tareas de custodia, 850 investigadores, considerando las demás disciplinas, pero no nos dan para tener el control de más de 58 mil localizaciones en el territorio nacional donde hay vestigios arqueológicos”.

Podría haber, incluso, más lugares con riqueza cultural, porque estos casi 60 mil puntos son los ya georreferenciados por el Instituto.

“Sin el dominio pleno, lo que hacemos es apelar a la colaboración y denuncia de ciudadanos, pueblos, ejidos y comunidades indígenas. La mayoría cuidan mucho sus bienes, pero siempre se escapan los maleantes, hay áreas del territorio donde no hay vigilancia, y el problema se acrecienta por la vinculación, que requiere ser investigada, entre el crimen organizado y la gente dedicada al saqueo de arte precolombino. Estamos trabajando, haciéndonos cargo de combatir estos delitos”.

Según Prieto, en algunos casos las redes de saqueo “se aprovechan de la necesidad de comunidades y de sus habitantes, quienes a cambio de alguna retribución les avisan o dicen dónde puede haber piezas de interés para este mercado ilícito”.

—¿Por qué el déficit de arqueólogos?

—Contamos con la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que ayuda en la formación de cuadros, y tenemos una red de más de 30 instituciones formadoras de antropólogos, estamos en condiciones de ir incrementando el número, aunque tenemos limitaciones presupuestales históricas, nuestra planta no ha aumentado en los últimos años y hubo lapsos en que incluso disminuyó. Sí necesitaríamos incorporar a más, porque el patrimonio es muy basto. En la medida en que este gobierno externe su apoyo e interés, el INAH podrá fortalecer protocolos y tener mejores condiciones para el cuidado de sitios de interés arqueológico.

La casa francesa Millon obtuvo más de 1.2 millones de euros tras subastar 130 piezas precolombinas; entre 70 y 90 de éstas, denunciaron autoridades mexicanas, eran parte de nuestro  patrimonio cultural y salieron del país de manera clandestina. Se realizaron gestiones diplomáticas para evitar la comercialización, pero fueron infructuosas.

“Las leyes francesas no se han alineado a los estándares internacionales en materia de combate al tráfico ilícito de arte, su legislación favorece a particulares y coleccionistas, y obligan al país reclamante, en este caso a México, a probar las circunstancias de modo, tiempo y lugar en que salieron esos bienes, lo que vuelve  sumamente difícil el reclamo, porque todas las piezas fueron robadas clandestinamente, no tenemos manera de probar el mecanismo de tráfico ilícito que las llevó a Francia”.

El director del INAH y Alejandra Frausto, secretaria federal de Cultura, pidieron ya a la Comisión de Cultura del Senado francés, y en específico a la presidenta de ese órgano, Catherine Morin-Desailly, “revisar esas disposiciones y modificarlas”.

Apenas en marzo pasado, México había logrado la recuperación de alrededor de 600 obras robadas de templos religiosos, las cuales se encontraban en Milán, Italia. Lo hizo con el respaldo del Comando Carabinieri especializado en patrimonio cultural, y el lote ya es exhibido en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

“El tráfico de bienes culturales en general, históricos y arqueológicos en particular, es un grave problema mundial, uno de los ilícitos más rentables, quizá después del tráfico de estupefacientes, de personas y de armas; es un trasiego de manera hormiga, subrepticia, que ha llevado miles de objetos mexicanos a otros países, desde el siglo XIX”, describe Prieto.

—¿Hay un cálculo de cuántas piezas mexicanas pudieron haberse extraído?

—No lo podemos saber, pero hay casos muy visibles que han ido apareciendo, por lo que podríamos hablar de miles; algunas ya están depositadas en museo, de todas maneras hay que recuperarlas, pero al menos ya constituyen un acervo visible y podemos reclamar su cuidado y devolución. El tema más preocupante son las piezas en poder de particulares, producto del comercio ilegal. De acuerdo a las leyes mexicanas, los bienes del patrimonio arqueológico no pueden ser comercializados.

—¿Quién está detrás del negocio?

—Muchos traficantes y coleccionistas. Hay un personaje que se ha hecho famoso en Europa: Leonardo ­Patterson, quien ha estado en la cárcel alemana por una demanda interpuesta por México; hemos podido recuperar de él unas cuantas piezas que provenían del sitio arqueológico El Manatí, en Veracruz, porque pudimos acreditar su procedencia, pero así como él hay muchos, vinculados a diversas  actividades ilícitas en el mundo y quienes aprovechan marcos jurídicos ambiguos de algunos países; es común ver en museos, sobre todo de países desarrollados, piezas de muy distintas civilizaciones, que fueron saqueadas.

—¿Hay personal de las instituciones mexicanas involucradas en este saqueo?

—No quisiera pensarlo, y si se descubrieran algunos casos, habría que castigar.

—No se entendería el éxito de estas bandas sin complicidad…

—El saqueo de piezas tiene su recorrido, hacen pozos de saqueo. Los institutos que se ocupan del patrimonio: INAH e INBA tienen, en la gran mayoría de los casos, a profesionales comprometidos, si se llegara a saber que alguno colabora con ellos, lo penalizaríamos inmediatamente.

En su batalla contra el tráfico ilícito, México ha contado con la ayuda de los Carabinieri de Italia: de manera reciente anunciaron un nuevo aseguramiento, cuya revisión está en proceso para determinar si son bienes mexicanos; de las embajadas nacionales en otros países y de Interpol.

“Tenemos un registro de piezas que fueron extraídas de manera ilegal, hurtadas de los templos y ya lo tiene boletinado Interpol, para el momento en que una aparezca, se actúe de inmediato; hablamos de cientos en las listas y no nos vamos a rendir”…