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Assange, encarcelado en Londres, tras solicitar EU su extradición


Ecuador retira el asilo que concedió en su embajada al fundador de WikiLeaks. Afronta cinco años de cárcel, si es condenado, por filtrar miles de archivos clasificados.

ulian Assange, fundador de WikiLeaks, duerme desde ayer en una cárcel británica y allí podría permanecer durante al menos un año, si la justicia de ese país le condena por haber burlado, hace casi siete años, una solicitud de arresto formulada por Suecia por dos delitos sexuales. Pasado este año, las autoridades británicas deberán atender o no el pedido de extradición solicitado por Estados Unidos, para que sea juzgado por publicar en su portal cientos de miles de documentos clasificados del Pentágono y del Departamento de Estado. Por estos delitos contra la seguridad informática, podría ser condenado a cinco años de cárcel, pero muchas voces temen que si se incluye el delito de alta traición, podría ser condenado a muerte.

Tras el alud de críticas recibidas, el gobierno de Ecuador se puso ayer a la defensiva.

“PIEDRA EN EL ZAPATO”. El presidente Lenín Moreno, que tras denunciar hace unos meses el hackeo de celulares de su familia advirtió que tendría consecuencias, dijo ayer que actuó bajo principios de normas internacionales y que “la paciencia de Ecuador tiene un límite”.

“Le hemos quitado el asilo a este malcriado y ventajosamente nos hemos librado de una piedra en el zapato”, dijo Moreno y apuntó también a su conducta y problemas de higiene.

“Su conducta ha sido irrespetuosa, inclusive, compañeros para que lo sepan, ese señor, con sus heces fecales manchaba las paredes de la embajada, la casa de los ecuatorianos, el territorio ecuatoriano en Londres”, denunció Moreno.

“De ahora en adelante, tendremos mucho cuidado de dar asilo, el momento en que sea de darlo, a gente que realmente valga la pena y no a miserables hackers cuya única intención es desestabilizar gobiernos”, dijo.

Por su parte, el canciller José Valencia añadió la interferencia del fundador de WikiLeaks en asuntos externos de otros Estados pese a la insistencia de Ecuador de que termine con esas prácticas.

Valencia apuntó, además, que en el momento que Ecuador dio por terminado el asilo diplomático, no existía una demanda de extradición en contra de Assange y consideró que la Justicia inglesa ofrece garantías de debido proceso y protección.

Al respecto, la ministra del Interior, María Paula Romo, que acompañó al canciller en la concurrida rueda de prensa, dijo que se tomó la decisión después de recibir tres cartas de garantía de Gran Bretaña de que no sería extraditado “a un país en donde pudiera correr peligro su vida”.

“NO QUISO OBEDECER”. Sobre los detalles de su arresto, el canciller dijo que Assange “fue convocado por el embajador a su oficina, le leyó el comunicado que el presidente de la República dejaba sin efecto el asilo. A continuación el embajador le invitó a salir de la embajada, ya no era asilado, no tenía por qué estar ahí. El señor Assange no quiso obedecer”, explicó.

En esa circunstancia, subrayó, se pidió a agentes de la policía diplomática a que lo “sacaran” de allí “escoltado”. “Evidentemente, cuando salió fue detenido por la Policía Metropolitana de Londres”.

“PELIGROSO PRECEDENTE”. Uno de los primeros en reaccionar a la expulsión de Assange de la embajada ecuatoriana fue el expresidente Rafael Correa, el que le concedió asilo en 2012 tras burlar a la justicia británica, vestido de repartidor de pizza.

“El traidor más grande de la historia de Ecuador y de Latinoamérica. De ahora en adelante a nivel mundial la canallada y la traición podrán ser resumidas en dos palabras: Lenín Moreno”, declaró Correa de su antiguo aliado.

La abogada de Assange, Jennifer Robinson, dijo que se ha sentado un peligroso precedente judicial porque cualquier periodista puede ser extraditado para ser procesado en los Estados Unidos por haber publicado información veraz sobre ese país”.

Y desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump, uno de los presuntos beneficiados de las filtraciones de Wikileaks declaró: “No es mi asunto”.

Con información de: La Crónica de Hoy.