Viernes 26 de Abril, 2024 - México / España
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Los espías del siglo XXI te conocen y te escuchan


¿Recientemente tuviste una conversación con tus amigos sobre un producto o servicio y después te apareció como anuncio en tus redes sociales? Si tu respuesta es sí, estás en contacto con el espía de la nueva era, uno que ni la mente George Orwell imaginó: los dispositivos electrónicos.

En la era digital, estos aparatos forman parte de nuestra cotidianeidad. Nuestros celulares son asistentes personales que almacenan datos sobre hábitos y rutinas diarias. Saben que los viernes, saliendo el trabajo, regresas a tu casa por las avenidas que tus aplicaciones marcan tener un “tráfico moderado”, el que aligeras mediante tu música favorita en Spotify. Además de que una vez que llegues, vas a pedir tu cena, específicamente con aderezo ranch y con extra guarnición pagada con tu tarjeta de crédito.

Toda esta información puede parecer irrelevante, pero es almacenada en forma de grabaciones de audio, video o imágenes, sin que tú lo notes, y está disponible en un perfil de usuario. Resulta oro molido para distintas empresas y organizaciones, quienes pueden utilizar estos datos para su beneficio, significando un ataque a la privacidad, tal y como fue evidenciado por el escándalo de Facebook y Cambridge Analytica, en que se usaron datos de millones de usuarios para favorecer campañas políticas, como las de Donald Trump y el Brexit.


El software libre

La protección de privacidad digital es un tema de gran interés mundial. Uno de los personajes más reconocidos por la comunidad de programadores gracias a sus desarrollos en búsqueda de la solución a esta problemática es el informático Richard Stallman, creador del software libre.

Al contrario del software privativo (usado por los desarrolladores de los celulares más populares), permite que el usuario tenga el control y no viceversa. Mediante un código fuente modificable, este programa puede ser redistribuido libremente por el usuario, bajo una licencia de derechos de autor asegurada mediante el copyleft. Todo con la idea de frenar la filtración de información por el software privativo hacia las empresas que se benefician de ella.

Según declaraciones de Stallman para un medio especializado, la mayoría de los smartphones no permite que se instale este tipo de software, lo que hace posible que, primero, los celulares rastreen el movimiento de los usuarios en tiempo real, mediante la señal que principalmente servía para la dirección de llamadas y mensajes; y segundo, el cambio de software a distancia, mediante el procesador del teléfono, para convertirlo en un micrófono siempre activo aunque el dispositivo esté apagado.

Una nueva esperanza

Pero no todo está perdido, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que entró en vigor en 2018 por la  Unión Europea pretende regularizar el consentimiento y crear una conciencia colectiva sobre la protección de datos, aplicando multas de decenas de millones de euros a las todas las empresas que tengan datos en el continente que no cumplan con las normativas de almacenamiento seguro de los datos.

Esta iniciativa tendrá impacto internacional, ya que las sanciones serán aplicadas a cualquier organización que tenga datos sobre alguna persona que sea o haya sido ciudadano de la Unión Europea y haga mal uso de su información.

Una de las principales promesas de este conjunto de leyes, es que las personas tienen “el derecho a ser olvidadas, lo que quiere decir que pueden pedir que la información recopilada por estas empresas sea eliminada completamente y de forma segura.

Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y todavía existen dudas sobre la ejecución de estas leyes.

 


Fuentes: Retina de El País, Infobae, La Vanguardia,  BBC Mundo y  Welivesecurity.