El presidente estadunidense, Donald Trump, reconoció ayer que su prioridad en las elecciones legislativas del martes es el Senado, en un intento de desvincularse de la posible pérdida de control republicano en la Cámara baja, que la oposición demócrata tiene bastantes probabilidades de recuperar tras siete años en manos conservadoras.
A poco más de un día de los comicios, Trump y el expresidente Barack Obama volvieron a liderar la campaña de sus respectivos partidos, el republicano y el demócrata, mientras cientos de aspirantes a cargos federales, estatales y locales apuraban sus esfuerzos para sacar a los estadunidenses a votar.
“Si la resistencia radical llega al poder, actuarán inmediatamente para erradicar todos los avances que hemos hecho”, alertó Trump en el primero de sus dos mítines de la jornada en Macon, Georgia, antes de desplazarse a Tennessee.
Trump ha centrado sus mítines en estados que ganó en 2016 y donde hay batallas por el Senado o por gobernaciones, pero apenas ha hecho campaña por los aspirantes a escaños de la Cámara Baja, que se disputan en muchos casos en suburbios de ciudades demócratas.
Tras reconocer el viernes que los demócratas podrían conquistar la Cámara baja, el presidente admitió que su “enfoque principal ha sido el Senado”. “No puedo hacer campaña por todos esos congresistas. Hay mucha gente en la Cámara baja. Serían demasiadas paradas”, opinó el mandatario en declaraciones a periodistas en la Casa Blanca.
POSIBLE ESCENARIO. Mañana los estadunidenses votan para renovar los 435 escaños de la Cámara de Representantes, más 35 de los cien asientos del Senado, así como una treintena de gobernaciones, además cientos de cargos públicos estatales y locales.
Las encuestas indican que los demócratas tienen muchas posibilidades de imponerse en la Cámara baja, pero ven improbable que recuperen el control del Senado. Allí, de los 35 escaños en renovación, 26 son demócratas y 9, republicanos. Además, muchos de esos 26 escaños se disputan en estados conservadores.
OBAMA DEFIENDE A MIGRANTES. El expresidente Barack Obama, por su parte, presentó las elecciones del martes como “las más importantes” de su vida, y subrayó que “EU está en una encrucijada”. “Hay una competencia de ideas sobre quiénes somos y quiénes vamos a ser. El carácter de nuestra nación está en la papeleta”, dijo Obama en un acto en Chicago, Illinois.
Además, Obama criticó duramente a los republicanos por, dijo, intentar “infundir el miedo en los electores” a raíz de la “supuesta amenaza de la caravana de migrantes pobres y descalzos, de refugiados que se encuentran a millas de distancia” de la frontera.
“Además utilizan a nuestras tropas para un truco publicitario en la frontera, algo que por ley está prohibido”, expresó Obama, en referencia a la decisión del presidente Donald Trump de enviar soldados para impedir el ingreso de los migrantes en el país.
